Abuela, ¿qué hay para comer?

Artículo de opinión, Entrevista

El papel de las abuelas en las vidas de sus nietos es algo digno de admirar. Todos sabemos que asumen muchos roles: consejeras, profesoras de la vida, historiadoras y, el que más las caracteriza, cuidadoras. Se convierten en segundas madres con sus consejos y siendo mucho más consentidoras, dejando hacer a los nietos cosas que a sus hijos nunca dejaron hacer. Te enseñan lo que es la vida desde un punto de vista mucho más alegre y simple, donde su mayor preocupación es que no te quedes con hambre.


Para nosotros, nuestra abuela fue el mayor referente. Ella nos ha transmitido toda la historia de la familia, toda su cultura…nos ha enseñado todo lo que sabía (sobre todo si hablamos culinariamente). Podríamos decir que los abuelos son los mayores costumbristas que conocemos, ellos se han dedicado a enseñarnos todo lo que saben, nos han contado todas sus batallitas de cuando eran jóvenes comenzándolas con la conocida frase que todos hemos escuchado alguna vez: “cuando yo era joven…” o la de “en mi época…”.

Las abuelas se han convertido en un ejemplo a seguir. Con su experiencia, su trabajo y su apoyo suelen convertirse en nuestros mayores ídolos. Viendo todo su esfuerzo, siempre nos animan a luchar por lo que creemos y, así, nació ‘La Chata Ultramarinos’. ‘La Chata’ marcó un antes y un después en nuestras vidas y no lo digo solo por ser nuestra abuela, sino por todo lo que nos ha inspirado. Ella era una mujer de armas tomar, una mujer amante de la cocina, de lo local, muy de su barrio y muy de su familia. Una mujer que ha hecho que creamos en un proyecto y que luchemos por él en un momento en el que poca
gente apostaría por algo.

Clarisa Leyva

La Chata Ultramarinos