“Vivimos momentos transcendentales para la humanidad, en los que también se decide la gobernanza del nuevo Internet”

Artículo de opinión

La UE y sus socios internacionales presentaron una declaración para el futuro de Internet (conocida como DFI) el pasado 28 de abril de 2022, así como recientemente la European Declaration on Digital Rights and Principles for the Digital Decade. En sus bases, existe una oportunidad única para aprovechar la llamada web 3.0 y ‘humanizar’ el Metaverso, los cambios sociales que desencadenará, ayudar a abordar los problemas ambientales y transformar la forma en que administramos nuestras plataformas. Blockchain -o tecnología de contabilidad distribuida (DLT)- podría cambiar fundamentalmente la forma en que los datos, los activos y los recursos laborales se valoran y comercializan, empoderando e incentivando a individuos, empresas y gobiernos a cooperar liberando valor financiero de cosas que actualmente se desperdician, descartan o tratan como económicamente invaluables.

Hace unos años lo vi algo natural, nada exagerado, casi como una respuesta automática ‘digital’ a una crisis financiera ‘tradicional’ no bien resuelta, que se arrastraba demasiado tiempo. Ahora mismo, creo que hay una confluencia de crisis sociales, políticas, monetarias, sanitarias, demográficas, alimentarias, sin que se sepa muy bien qué es causa y qué es efecto. Estamos en un momento más importante que una ‘simple’ revolución industrial, estamos en tránsito hacia un cambio de civilización. Las tecnologías como Blockchain, nos sitúan ante una revolución social, no solo financiera. El matiz es importante, estamos viviendo, sin ser conscientes, el nacimiento de esta nueva civilización en la que los paradigmas son muy diferentes.

De hecho, el paso de una economía digital centralizada (dominada por las grandes tecnológicas, como META-antigua Facebook-) a otra descentralizada, seguramente necesitará de un nuevo pacto social. Creo que, me gustaría que así fuera, desde la Universidad de Alicante podríamos haber iniciado esta pequeña revolución, pues, hasta la fecha, Blockchain sólo era accesible a través del sector privado. Estamos orgullosos de haber contribuido a crear desde el Baes Blockchain Lab (BAES, grupo de investigación que dirijo) la primera sociedad cooperativa de servicios (BlockchainFUE) en el mundo que suministra red Blockchain a Pymes, Colegios profesionales, Cámara de comercio, Universidades… y a todo aquel que quiera sumarse y necesite usar esta tecnología, y que la Generalitat se convierta en la primera administración española con capacidad para habilitar y poner en funcionamiento servicios de ‘Blockchain’ en sus procedimientos digitales a través de medios propios y, en concreto, a través de la mercantil del sector público instrumental Infraestructures i Serveis de Telecomunicacions i Certificació (ISTEC), socia cooperativista en BlockchainFUE. Es un paso sin precedentes en la transparencia y garantías que ofrece en sus servicios a la administración. Muy pronto los valencianos podremos beneficiarnos de ello como ciudadanos.

Soy optimista, al final, el mundo sigue rigiéndose, hoy por hoy, por los humanos y, espero, de la inteligencia humana colectiva que nos sitúe en el centro. Y que no olvidemos nunca que el individuo jamás debe ser sacrificado por la comunidad; esta es la base que nos ha permitido sobrevivir como especie durante siglos. Me preocupa mucho en esta transición la pérdida y limitación de derechos fundamentales, más allá de las situaciones razonables en pandemias, guerras… etc. En nuestras manos está seguir cooperando en cualquier ámbito, o elegir un mundo digital de ‘suma 0’.

Carmen Pastor

Profesora de Derecho Mercantil de la Universidad de Alicante