No. No lo es. En los tiempos que corren, el cambio se ha convertido en una obligación. Y los profesionales de la facilitación del cambio estamos trabajando duro para convertir esa obligación en una diversión para nuestros clientes.
Vaya por delante que para ello, nosotros también debemos cambiar, porque los modelos de trabajo que antes daban resultados, hoy no son suficientes.
Si trabajamos con las personas y las personas cambian, nosotros debemos cambiar con ellas. Por tanto, los facilitadores del cambio estamos obligados a evolucionar, a innovar en nuestras metodologías, a facilitar nuevas herramientas a nuestros clientes y si lo hacemos mientras nos divertimos, será más probable que ellos también lo hagan.
El concepto de diversión en el trabajo puede tener mala prensa pero, puedo asegurar que, aquellas empresas que apuestan por introducir metodologías de cambio en las personas, procesos o estrategias mediante la diversión, consiguen resultados de forma mucho más rápida y los consolidan mejor.
Cuando visitamos las empresas nos encontramos con muchos empleados saturados, a veces incluso desbordados ante tanta incertidumbre, y pedirles ahora un nuevo cambio en su forma de trabajar, más que verlo como un alivio, les supone, de entrada, una carga más.
Por eso tenemos que innovar introduciendo la diversión. Necesitan reírse, relajarse, desahogarse, salir de la caja, moverse para encontrar nuevas soluciones, darse los abrazos que durante mucho tiempo no se han podido dar, ver los problemas desde otra posición, compartirlos, incluso llorar.
Y cuando todos esos ingredientes se dan, sus mentes se expanden y surge la creatividad. Entonces tenemos ya lo que necesitan para cambiar. Entonces es cuando aparecen soluciones nuevas. Y entonces es cuando los límites que tenían en su mente se empiezan a derrumbar.
Las personas siempre son las protagonistas de la innovación, por eso no podemos dejarlas en segundo plano mientras nos centramos en todo lo demás. Detrás de cada innovación hay como mínimo una persona o, quizás, todo un equipo. Las personas son las principales palancas del cambio, son las principales herramientas para innovar.
Silvia Porcar Colomer
Facilitadora del cambio