¿Con qué nos vestimos?

Artículo de opinión

Durante unos años, desde AmA Made in Cielo hemos visitado diferentes coles de Alicante con una exposición realizada con materiales reciclados llamada ‘¿Con qué nos vestimos?’. Invitábamos al alumnado de 5º y 6º de primaria a reflexionar sobre las consecuencias que tiene el modelo productivo textil actual, compartíamos conocimientos con un lenguaje muy sencillo y al final, poníamos en común propuestas sobre cómo hacer un mejor consumo textil.

En la exposición hablamos de los tipos de textiles, los modos de producción, del campo y de las fábricas, del monocultivo intensivo y del petróleo, de impactos medioambiental, social, de salud y de género… y de propuestas para hacer una producción/consumo sostenible.

¿Qué beneficios tiene entonces la producción/consumo textil sostenible?

¡Desde luego que muchos! El textil sostenible y equilibrado impactará en la naturaleza dejando una menor huella: el uso de materiales textiles sostenibles, la no mezcla de materiales de origen vegetal y mineral para una mejor gestión de los residuos textiles, la garantía de que el cultivo de los materiales textiles de origen vegetal como el algodón se haga en perfecto equilibrio utilizando sistemas agrícolas respetuosos con la madre tierra, la reducción al máximo de pesticidas tóxicos, la producción local que evitará excesivos viajes por el mundo y reducirá el consumo de combustible…

La sostenibilidad no es sólo a nivel medioambiental, es preciso que sea también a nivel social. Una producción textil sostenible y de comercio justo favorece mejores condiciones laborales para las personas que trabajan en todo el proceso productivo textil.  Y ahí es donde hay un impacto de género también, ya que la mayor parte de la mano de obra textil son mujeres. Ellas están en las categorías más bajas de la cadena de producción trabajando en grandes fábricas, en maquilas, en países en los que no hay una mínima regulación laboral digna que garantice salarios justos, condiciones de salud y seguridad en sus puestos de trabajo…

Y eso tiene consecuencias a nivel de salud, ya que cuando las prendas con las que nos vestimos son ecológicas, no llevan pesticidas ni actúan como disruptores endocrinos, no desprenden en los lavados micropartículas de plástico ni tóxicos que van a parar a nuestros mares y ríos, las cuidamos con productos no tóxicos y suaves que ayuden a alargar la vida de las prendas…

Pero consumir textil sostenible no es solo comprar prendas con sellos de certificados ecológicos, ni cuidar con mimo las prendas, ni comprar prendas de producción local. Consumir textil sostenible, como todo, es sobre todo consumir de manera equilibrada y respetuosa: consumir lo que necesitamos, consumir menos y de calidad. Es poner en primer lugar la R de Reducir, de reducir el consumo.

En la última parte de la actividad en los coles, el alumnado empieza a hacer propuestas para hacer un mejor consumo textil: reducir el consumo, reciclar la ropa (bien convertir prendas usadas en complementos, bien hacer trapos de prendas muy gastadas…) donar ropa a conocidos, a entidades o contenedores naranjas de textil, mirar bien las etiquetas para garantizar que realmente compramos lo que queremos, comprar ropa de segunda mano…

Hay una última cosa que es importante y que no sale a menudo en esa lluvia de propuestas: reparar la ropa. Es imprescindible que volvamos a poner en valor y empezar a reparar las prendas que se nos rompen: aprender a coser de manera básica (coser un bajo, botones, cremalleras…) o llevarlas a un servicio de costura son actos sumamente importantes para conseguir un sistema equilibrado y sostenible del mundo textil… ¡y en AmA Made in Cielo lo tenemos muy claro!

María Candelas

Coordinadora de Ama Made in Cielo